Sunday, September 10, 2006

Cuando solo era un miedo...

Cuando niña me daba miedo subirme en uno de esos.

¿Se irá a caer? No, no se cae.
Pero se mueve! No se cae.
¿Porqué va tan rápido? Para coger impulso.
Ahí está el edificio, vamos cerca! No, tranquila, no chocamos contra el edificio.
¿Qué suena? El tren de aterrizaje.
¿Qué fue eso? Ya tocamos tierra.
No va a frenar. Ya frenó.

Al llegar a la ciudad me impresionaba su inmensidad, la horizontal pero en especial la vertical.

¿Los museos? Qué aburrido.
¿Los teatros? ¿Los musicales? Hmmm.
¿Los edificios? Sí, subamos! Pero me da miedo. No pasa nada.
Qué impresionantes! Me mareo si veo hacia arriba. Subamos!

Me acuerdo de aquel lobby, y la entrada al ascensor.

¿Cuánta gente cabe en el ascensor? Mucha! Es enorme.

Me acuerdo entrar por una puerta y ver hacia el lado opuesto, porque por ahí ibamos a salir. Mientras se llenaba de gente, me entretenía leyendo la palabra BIENVENIDO en los costados del ascensor, en inglés y en español, en italiano y en francés, en alemán y en ruso, en árabe y en portugués, en chino y en japonés, repetirlos tal cual los leía y sentir que ya había aprendido un montón de idiomas nuevos.

Y cuando menos me lo esperaba, un movimiento, un sonido.
Me sentía en las fábulas, como si el estómago me llegara al techo.
110 pisos en cuestión de segundos.

Ya arriba, los ventanales.

Acerquémonos a los ventanales. No, me da miedo.
Le tengo miedo a las alturas.
Se mueve! El edificio se mueve! Es normal.
No es normal, cuando un edificio se mueve es porque se va a caer.
¿Y si tiembla? Aquí no tiembla.
Se mueve por el viento. Vamos a las ventanas. Ahí nos sentamos.
Allá NJ, aquí NY, más allá CT.
¿ Y esos puntos? Los carros. WOW!

Vamos más arriba, a la azotea.
¿Pero y si nos caemos? No pasa nada, hay barandas.

Dos pisos más en escaleras eléctricas.


La azotea, al aire libre. Casi tocando las nubes, alcanzando el cielo. Lo más arriba que he estado.

No puedo abrir los ojos por el viento.
Siento salir volando.
No pasa nada.

Al pasar los años, cuando por fin entendí porque se movían, que era normal, que no se iban a caer, cuando ya podía dominar más mi miedo... dos de aquellos chocharon contra dos de estos.

¿Pero porqué?

porque la jihad
porque allah
porque el oro negro
porque el odio a occidente
porque la envidia a oriente
porque las libertades
porque los musulmanes
porque los gringos
porque osama bin laden
porque el terrorismo
porque afghanistán
porque los talibanes
porque irak
porque saddam hussein
porque las armas biológicas
porque el vicepresidente no aparecía
porque BUSH
porque HABÍA RESCECIÓN ECONÓMICA
porque LA GUERRA ES LA MADRE DE LA ECONOMÍA
porque EL PETRÓLEO
porque IN GOD WE TRUST...

9 comments:

Óscar Ávila said...

Esta es una de las cosas por las que como humanidad debemos de sentir verguenza.

El Orfebre Segismundo said...

Así es Oscar, verguenza; lo peor es que los verdaderos culpables de estos crímenes creo que no la sienten.

Daniela said...

andrea que buen post!!!

El Orfebre Segismundo said...

Gracias Daniela!

Unknown said...

Excelente Andreita, me encantó!!! Estoy 100% de acuerdo en lo que decís...

Odra said...

muy buen post andre, te recomiendo una movie que se llama Why we fight? tiene que ver con la frase la guerra es la madre de la economia
abrazos

El Orfebre Segismundo said...

Mariela: Gracias!

Odra: Gracias por la recomendación, voy a buscar la movie para verla.

Anonymous said...

Andrea me encanto, esta muy bueno de verdad.

Eso es algo que nunca debemos olvidar (ademas no creo que podamos), somos muy jovenes para recordar las dos grandes guerras pero ese evento del 9-11 es nuestro Pearl Harbor generacional.

El Orfebre Segismundo said...

Tenés razón Ronald, es un hito en la historia, yo creo que ese evento, para nosotros, marcará un antes y un después.